♥La tragedia más grande que
puede sucederle a una persona es pensar que fue salva, solo para descubrir
después de la muerte que no lo fue. A todos nos gustaría creer las afirmaciones
de quienes dicen que son cristianos, pero Jesús hace una dura advertencia porque
sabe que muchos serán engañados. Se sentarán en la iglesia semana tras semana,
asegurando que Jesús es el Hijo de Dios, pero sin establecer nunca una relación
personal con Él. Fe intelectual no es lo mismo que fe salvadora. No es
suficiente creer que Él murió y resucitó. Hasta los demonios creen eso. La
salvación implica más que conocimiento: requiere confiar en que Jesús pagó el
castigo por nuestros pecados, recibir su perdón, dejar el pecado y establecer
una relación con Él. Lo que importa no es lo que decimos con la boca, sino lo
que sentimos de verdad en nuestro corazón. Aunque probablemente no entenderás
todo lo que sucede en el momento de la salvación, cuando Cristo se convierte en
tu Salvador, se convierte también en tu Señor. Como el Dueño de tu vida, Él
tiene el derecho de gobernar lo que hagas. Su Espíritu Santo hace morada en ti
cuando eres salvo, lo que significa que tendrás un cambio. Él trabaja constantemente
para eliminar las actitudes y los comportamientos pecaminosos, sustituyéndolos
por su fruto espiritual. Reconocemos que una persona es salva, no por tus
palabras, sino por tus frutos. Si eres
verdaderamente salvo, tu carácter será más semejante al de Cristo con el paso
del tiempo. Esto no significa que nunca más pecarás o fallarás, sino que los
pasos que des serán pasos de obediencia.♥
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