Quizá algunos al leer el título de este escrito ni siquiera
lo van a leer, porque todos estamos acostumbrados a que nos animen, a que nos
motiven, a que nos proclamen bendiciones o que nos den una palabra de fe, nos
recuerden una promesa divina o todo lo que tenga que ver con nuestro propio
beneficio. Pero ¿Qué tal si Dios simplemente no responde?, y es allí como que
no nos gusta esa palabra o simplemente no queremos que eso suceda.
A veces se nos olvida que Dios es el Señor y que nosotros
solo somos sus siervos, que Él es el Padre y que nosotros solo somos sus hijos,
a veces tratamos a Dios como nuestro sirviente, como alguien que tiene que
obedecer todos nuestros caprichos o suplir todas nuestras necesidades si o si,
pero ¿Qué tal si Dios simplemente no responde?
Sería perfecto que todo fuera color de rosas, que todo en la
vida fuera tranquilo, que Dios nos respondiera al mismo instante que pusiéramos
delante de Él nuestras peticiones, que en los momentos de enfermedad Él viniera
y sanara instantáneamente al pedírselo, que en el momento de escases
rápidamente Dios proveyera lo que se necesita, que en cuando problemas vengan
rápidamente se solucionen o cuando nos veamos al borde de la muerte, Él nos
rescate. Pero, ¿Qué tal si eso no pasa cuando nosotros queremos o en el
instante que lo necesitamos?
Cómo que este mensaje no es de fe, ¿Verdad?, así parecería,
pero realmente hoy quiero hablarles de eso, de FE.
Y es que FE no es creer solo cuando Dios responde o solo
cuando veo que todo va excelente, FE es creer a pesar de no ver, FE es confiar
a pesar de ver todo en contra, FE es creer aunque Dios simplemente no
respondiera.
Personalmente he pasado por etapas en los que he necesitado
que Dios responda ¡Ya!, instantáneamente, momentos de angustia, quizá por
enfermedad, quizá por escases o por situaciones que me roban la paz y orando a
Dios he deseado que Él me respondiera en el mismo momento que se lo pido, pero
simplemente Él no responde o no lo hace cuando yo he querido.
A veces me he confrontado en el hecho de reclamarle un trato
especial por ser su hijo, por servirle, por buscarlo, pero ni siquiera eso me
ha servido para que Él responda cuando yo he querido.
En ocasiones lo he amenazado diciéndole que ya no creería en
Él o que dejaría de seguirlo si no me responde, sin embargo, nada de eso ha
funcionado para que Él responda cuando yo quiero.
Entonces, en medio de esos momentos de enojo, frustración y
angustia, he entendido que no se trata de lo que yo quiera, ni cuando lo
quiera, ni como lo quiera, sino de CREER, de tener FE a pesar de cualquier
cosa.
He aprendido a que mi FE no tiene que depender de lo que yo
quisiera ver o de lo que yo quiero que Él me responda, he aprendido a seguir
confiando en Él aun cuando humanamente me duele ver que no me responde o que
simplemente calla.
He llorado en su presencia preguntándole el ¿Por qué? De
muchas cosas, me he humillado a no más poder para poder entender algunos
sucesos de mi vida y a pesar de todo ello a veces simplemente no lo he
entendido en el momento, pero al pasar los años me doy cuenta que todo tenía
que pasar de la forma que paso, porque Dios me enseño algo y al aprender una
lección he podido transmitirla a otras personas que están pasando por lo mismo.
Israel el pueblo escogido por Dios a través de la historia ha
pasado por momentos muy difíciles, y a pesar de ser su pueblo escogido, Dios
simplemente no ha respondido en algunos momentos o simplemente ha callado.
¿Saben por qué?, porque hay cosas que tienen que pasar como tienen que pasar,
hay experiencias que tenemos que enfrentar como cualquier otra persona, no hay
un privilegio especial para no pasar en esta tierra cualquier cosa que
cualquier humano puede pasar. En cambio a diferencia de muchos y a pesar que
nos puede pasar muchas cosas mientras vivamos, tenemos la esperanza maravillosa
de que un día estaremos junto al Señor por toda una eternidad.
Quizá los últimos días te has sentido enojado, frustrado,
triste y hasta has amenazado a Dios por no haberte contestado como tú quieres,
¿Sabes?, te entiendo, pero al mismo tiempo quiero invitarte a seguir confiando
a pesar de todo, a seguir creyendo aunque no veas, a seguir teniendo esa FE que
es lo único que te puede sostener en medio de todo.
Pedro el Apóstol le dijo una vez al Señor Jesús: “Le
respondió Simón Pedro: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida
eterna.” Juan 6:68 (Reina-Valera 1960). Lo que Pedro le estaba diciendo es que
solo en Él podrían encontrar lo que necesitaban.
Job en medio de su crisis total dijo: “He aquí, aunque él me
matare, en él esperaré” Job 13:15a (Reina-Valera 1960). ¡Esas son palabras de
FE!, ¿Seriamos nosotros capaces de decir eso en medio de una crisis terrible?
El Apóstol Pablo decía: “Porque para mí el vivir es Cristo, y
el morir es ganancia.” Filipenses 1:21 (Reina-Valera 1960).
¿Qué quiero transmitir citando estos versículos de la
Biblia?, la FE de estos hombres en medio de cualquier circunstancia, esa fe
ciega que muchos de nosotros deberíamos tener, que no es fanatismo sino más
bien confianza en las cosas que pueden suceder. La Biblia dice: “La fe es la
confianza de que en verdad sucederá lo que esperamos; es lo que nos da la
certeza de las cosas que no podemos ver.” Hebreos 11:1 (Nueva Traducción Viviente).
Hay muchas cosas que personalmente hubiera querido que
pasaran o que Dios contestara, pero no lo hizo como yo quise, ni cuando yo
quise, ni de la forma que pensé, sin embargo aquí estoy plenamente feliz en
medio de todo, más bendecido de lo que creí merecer y no porque fuera un hombre
de GRAN fe, sino porque a pesar de cualquier cosa seguí creyendo, porque
entendí que las cosas no se darán como yo quiero, cuando yo quiero o de la
forma que yo quiera, pero se darán, en el tiempo perfecto de Dios, tal y como
Él lo tenía planeado y cuando eso suceda seremos plenamente felices en Él.
Cuando Dios calla o no contesta no lo hace por fastidiar tu
vida, ni para que dejes de creer, al contrario, es allí en esos momentos en
donde realmente debemos demostrar nuestra FE, lo que realmente creemos, de lo
que realmente estamos hechos. Es en esos momentos en donde pareciera que Dios
no se deja ver o escuchar, cuando debemos activar nuestra FE y demostrarle que
pese a TODO seguiremos confiando y creyendo en Él y en lo que Él es capaz de
hacer en su tiempo perfecto, de la forma perfecta, para que cumpla sus
propósitos en nuestra vida.
La pregunta del título dice: ¿Y si Dios no te responde?,
¿Sabes qué pasará si Dios no te responde?, pues SEGUIRAS CREYENDO y CONFIANDO EN
ÉL porque fuiste llamado por Dios y Él cumplirá su propósito perfecto en tu
vida.
¡Cree a pesar de no ver, porque eso es FE!, ¡Confía a pesar
de no recibir en el momento que quisieras una respuesta, porque esa respuesta
llegará si sigues confiando!, ¡Nunca te canses de esperar, porque lo que para
ti llega tarde, para Dios llega en el momento exacto!
¡Tú fe no depende de una respuesta específica, sino del DIOS
de las respuestas!
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